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Pensamiento estratégico

El pensamiento estratégico (I)

El pensamiento estratégico, es darle sentido futuro a las acciones de hoy

Queremos empezar nuestro blog , explicando el concepto que define como aportarmos valor a las compañías que confían en nosotros.

El termino Strategic Thinking aparece en un artículo de Henry Mintzberg en la edicion Harvard Business Review de Enero de 1.994 The Fall and Rise of Strategic Planning, dónde explica la diferencia entre planificación estratégica y pensamiento estratégico y porque las empresas deben tener equipos de pensamiento estratégico.

En las circunstancias actuales, la estrategia está llamada a desempeñar un rol esencial en el mundo empresarial, en los Estados y en las organizaciones, en un momento de cambios con velocidad y discontinuidad. La adaptación al medio, el aprovechamiento de oportunidades y la velocidad de respuesta frente a las disrupciones externas hacen que esta disciplina se transforme en el tema más importante de la conducción de las organizaciones y tenga íntima relación con su supervivencia. La estrategia es el medio eficaz para tratar de alcanzar el cumplimiento de los fines políticos e ideológicos de la organización y ganar el juego competitivo.

 

La estrategia es el medio eficaz para tratar de alcanzar el cumplimiento de los objetivos de la organización y ganar el juego competitivo.

Es la habilidad para comprender rápidamente los cambios de entorno, las oportunidades del mercado, las amenazas competitivas y las fortalezas y debilidades de la propia organización a la hora de identificar la mejor respuesta estratégica. La capacidad para detectar nuevas oportunidades de negocio, comprar negocios en marcha o realizar alianzas estratégicas con clientes, proveedores y competidores, y saber cuándo hay que abandonar un negocio o reemplazarlo por otro.

Nuestra aproximación como consultora tecnológica y de negocio es ofrecer un servicio global de estrategia y creación de herramientas que ayuden a identificar, mejorar y monitorizar los procesos empresariales para ofrecer un éxito a corto, medio y largo plazo. Mejoramos el acceso a la información interna y externa, aplicamos la tecnología actual para capturar la información dónde se crea y la transformamos para convertirla en información y conocimiento.

 

Fases para el desarrollo de una estrategía de éxito

 

  1. Conocer la empresa: Identificar y detectar los puntos débiles y fuertes hará que sepamos que opciones van a ser correctas y cuales son más susceptibles de fracasar. Analizar la producción, la distribución, las finanzas o cualquier parte la estructura que parezca importante, hay que conocerlo bien, tendremos x meses de tesoreria son suficientes?, cual es el ratio de entregas con éxito realizadas (OTIF)?, nos diferenciamos por nuestro servicio al cliente?, son ejemplos de los posibles valores que detectaremos y trataremos de inculcarlo en la mente de los clientes.

 

El resultado final será disponer de un análisis interno de detección de puntos a trabajar , obtendremos una serie de indicadores sobre los que trabajar para optimizar la empresa.

 

  1. Conoce el terreno:

Siguiendo el símil militar no es lo mismo una batalla en el mar que una emboscada en las montañas, de manera que si conoces el terreno te podrás preparar adecuadamente y no aparecerás con tus botas de montaña para cruzar el océano.

Esta analogía trata de hacer ver que el pensamiento estratégico tiene siempre en cuenta y trata de conocer lo más posible el contexto en el que se mueve nuestra actividad, es decir, el mercado y los que los componen, los clientes.

Teniendo en cuenta que dichos clientes son como la savia que da vida a nuestra empresa, este debe ser un elemento conocido hasta la extenuación, o de lo contrario correremos el riesgo de levantarnos un día y ver que ya no están ahí. Así pues para pensar estratégicamente debemos planificar nuestras acciones de acuerdo al «terreno» donde se van a desarrollar

Para conocer el terreno es necesario analizar a los clientes, sus gustos, sus motivaciones, en especial aquellas por las cuales se deciden a comprar un producto o contratar un servicio. Las herramientas de Customer Intelligence nos permitirán encontrar esa clave que nos dará la ventaja primordial, pues sabremos cual es la oferta que debemos hacer para conseguir fidelizar y atraer nuevos compradores. Igualmente deberemos analizar el mercado, si está en auge o declive, qué triunfa y que no.

Las herramientas de Customer Intelligence nos permitirán encontrar esa clave que nos dará la ventaja primordial.

 

  1. Conoce a tu competencia:

 

Salir al mercado es como una partida de ajedrez, no juegas tú solo y por tanto lo que hagas será contestado por aquellos que, como tú, intentan abrirse un hueco en el mercado. De esta manera no podemos estar sólo atentos a nuestros movimientos sino a las posibles reacciones que pueda haber por parte de nuestros competidores.

Para poder «jugar» con garantías debemos conocer lo máximo posible a nuestros adversarios, sus puntos fuertes y débiles. Es necesario hacer un benchamarking de nuestros indicadores para compararlos con la competencia, realizar análisis social, etc…teniendo en cuenta que nuestras acciones tendrán una respuesta y por tanto debemos vencer un factor dinámico, que reacciona y es inteligente. Cuanto más completa y dinámica sea la información que dispongamos mayor será nuestro grado en la estrategia definida.

 

  1. Explorar los puntos fuertes

El pensamiento estratégico, a la hora de diseñar acciones y tácticas tiene en cuenta los puntos fuertes (de la empresa, de uno mismo etc) y los explota, ya que, probablemente resolveremos mejor un problema, o encontraremos antes la solución a través de un camino que utilice nuestros puntos fuertes.

Dichos puntos fuertes se «contextualizan», es decir se analizan teniendo en cuenta el contexto externo, la competencia etc. y se busca la mejor manera de utilizarlos teniendo en cuenta como les afectan estos elementos del contexto.

Igualmente, los puntos fuertes de la competencia son analizados y a la hora de trazar un camino e implementar una estrategia se intenta buscar una vía que evite la confrontación con dichos puntos fuertes.

 

  1. Cubrir los puntos débiles

Igual que los puntos fuertes deben ser explotados, los débiles deben ser cubiertos o enmendados. Los puntos débiles de nuestra empresa o actividad (incluyéndonos a nosotros) debemos conocerlos nosotros y nadie más y debemos ser autocráticos, reconocerlos y poner los medios para enmendarlos.

Debemos pensar que nuestra competencia, a la hora de implementar su estrategia, utilizará el mismo esquema de pensamiento que nosotros y buscará una vía por donde explotar nuestros puntos débiles. Por ello es importante que trabajemos para enmendarlos.

 

  1. Preparar y planificar la estrategia

El análisis de todos los elementos anteriores nos dará múltiples pistas sobre la estrategia que debemos emplear (de hecho muchas veces el simple análisis ya nos dice, casi a gritos, lo que NO debemos hacer en nuestras estrategias). Nuestras acciones deben ser pensadas teniendo en cuenta TODOS los elementos anteriores, no podemos pensar en acciones que obvien elementos tan importantes como la competencia o el mercado, o que precisen de nuestros puntos más débiles para llevarse a cabo con éxito

Las acciones, a su vez, deben tener un objetivo claro, y este debe estar inspirado por la idea de maximizar la satisfacción del cliente cuando cubramos sus necesidades. Esa es la verdad más inmutable del mundo empresarial, si es nuestra guía, estaremos en el buen camino.

El pensamiento estratégico sirve para resolver problemas, para intentar «ganar batallas» y es una herramienta al alcance de todos. Su aplicación en el mundo de la empresa puede llegar a marcar una palpable diferencia. Si sigues estos pasos en tu esquema de pensamiento, la formulación o elección de una estrategia, que trataremos en futuros artículos, será mucho más clara y mucho más efectiva.

 

El equipo de BaPartners